miércoles, 14 de diciembre de 2011




Vénga...

Primero un un ojo.

Luego el otro, mas bien a la mitad.

Entra mucha luz, ha quedado la cortina sin correrse...

Con cuidado pruebo los músculos de mis piernas, responden, bien.

Después siento un dolor tremendo en la espalda, se ha quedado dormido toda la noche ahí.


Joder.


Y aunque me agrade la sensación de su cálido aliento contra mi piel desnuda, necesito moverme, o si no...

Bueno, ustedes saben, me sentaré chistoso el resto del día o ni siquiera podré caminar bien.

Miro el reloj, son las 8:35am


Mi estómago hace ruidos extraños.

Estoy famélica.


Escucho una risita y el alivio de mis músculos lumbares.

Giro la cabeza esperando no encontrarme con sus ojos abiertos. Quiero verle dormir...

Es un poco raro, pero sus pestañas proyectando sombras en sus pómulos son de las cosas más hermosas que jamás vi.


Está despierto, con el cabello hecho un nido de codornices y me mira directo.


-Hey...- le digo como quien no quiere la cosa, mientras me pierdo en su piel reluciente, ahora si me agrada haber dejado la ventana abierta.


-Hey...- me responde sonriendo mientras se tapa hasta el cuello con las mantas. Ahí está... mi mejor amigo.


-¿Porque sigues aquí?- demasiado ruda, suena mi voz cuando acabo de despertar, me doy cuenta de que estoy a la defensiva. A pesar de que se siente bien estar de nuevo con él, se que está mal.


-¿Te molesta?


-Vete- le digo, evitando de nuevo los ojos cristalinos, y giro mi cuerpo, dándole la espalda, de una manera tan grosera como infantil.


Siento como resopla y sale de la cama, cierro los ojos, me siento fatal.

Escucho el sonido de su camisa deslizándose por su torso.


-Cuando duermes, me llamas en sueños...


Abro los ojos de nuevo, me incorporo, le miro poner una mano en el tocador, en el marco de la puerta; arriba, está una replica de Dalí.


Le miro.


-Ahora estoy despierta- mi voz es un hilo.- Vete... tú solo eres un sueño.


-Yo alguna vez existí, ¿recuerdas?-


-Solo tenía tres...


-Para ti era real, eramos amigos...


-Vete- repito, casi escupiendo las palabras, siento las mejillas arreboladas.


Se pasa una mano por el cabello color ceniza.


-¡Que crezcas... no quiere decir que debas olvidarme!.-


Nunca me había gritado, me siento estúpida.


-Entiende, no puede ser como siempre...- mi voz ahora es un lamento, una forma obstinada de conservar algo a lo que sujetarme.


-Sabes que sí..- susurra. Desaparece. Se va.


Me quedo ahí, hecha girones.


Estúpido sentido de la madurez.

Espero que él regrese...


Joder, ya lo extraño.


8:39am... sigo en la cama.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Theo


Tenias 12 años..

las mejillas rosas y los labios tiernos,

caminabas más lento y reías despacio

te dormias pensando en el cielo..


Tenías 12 años..

cuando conociste a tu lobo,

en la penumbra, sus ojos amarillos brillaron

y te quedaste prendadaa de sus orejas.


Cumpliste 13...

y aùn podia darte vueltas sobre la hierba,

con una sola pata,

sin esfuerzos, le pertenecías..


Tenias ya 14,

y no sabias como negarte a la sonrisa del lobo,

dejabas todo por él,

hacias lo que te pedía.

Habia cambiado algo,

ya no eras su niña..

comenzó a pasar las noches debajo de tu cama,

y le escuchabas roncar mientras las ventanas vibraban.


Tú vibrabas...

su aliento llenaba tu cara, de madrugada..

y te hacias la dormida,

no sabias que esperar, tenias miedo.


Tenias 14 años,

y dejabas que te devorara con sus colmillos afilados,

le dejabas hacer lo que quisiese

y que te llevara a cualquier lugar del bosque.


Pero ahora...

Ahora eres mayor,

y acaricias su pelaje, mientras se le cierran los ojos..

domindado.


Y cuando te enojas.. lo mandas a dormir al patio trasero,

ya no eres su niña,

ni su presa,

eres la sombra que se refleja en sus ojos,

eres la dueña del lobo, y le sonries con tanta dulzura

como malicia.. justo, como èl te enseñó.


Done!

Caer

2..5..7.

Respiras, jadeas.

Desgarras la ropa, tus hombros se tensan, liberas los nudos, te abres el pecho,aguantas el aire en tus pulmones solo unos segundos más, rechinas los dientes, encajas las uñas, te aferras,te muerdes los labios, muerdes su clavicula, sientes el grito subiendo por tu garganta, cierras los ojos, y entonces explotas.

Sudas.

9..14..32.

No ha acabado. Tiemblas, abres los ojos, le miras insistiendo, se te va el aliento.

Te hundes de nuevo

Brindis


Esto va por tí, por el olor a caoba y fresno,
Por como huele el whiskey y tu cuerpo,
Por como se siente el tequila,
Y por los besos en cada esquina,

Esos besos en la frente,
Y la sensación de enterrar los pies en la arena, Por calor de tu pecho,
Y aquella sonrisa sincera

Por despertarme a besos
Y pedir que no me fuera,
Por la lluvia y el frio,
Por el calor bajo el ombligo

Esto va por las cosas bellas,
Los sueños en forma de esferas,
Y las estrellas que contamos,
En la tierna noche de temprana primavera.

Sonrisa tranquila.

Y no es nada parecido a la diversión,
el sentir como te hormigea la garganta
y la pantalla se hace borrosa..
Adiós mi amor.

Me siento torpe, inútil, desgastada..

Me sentia superman y me robaron lo sueños.

Me veo a mi misma tratando de pararme sobre la luna,
y en la planta de mis pies se entierra una aguja
Clavada en la luna.. ahora me llega al tobillo.

Me quedo con una sonrisa tranquila,
más no hay nada de paz en ella
Una sonrisa melancólica, un destello..
me desvanezco en la noche.

No puedo ni sentir el viento
hace tanto tiempo que me encuentro,
sentada en las rocas,
No controlo movimientos, todo está revuelto.

No sé si volveré a estar en paz,
mientras me adentro a la boca del lobo,
y me dejo seducir por el vaho que exhala
Mientras me sonríe con sorna.

jueves, 17 de marzo de 2011

Chopin

Chopin
Nocturne, Opus 27 #2