I
Marca con tu boca de rosa, a esta tinta profunda y líquida…
Como el color de tus ojos dorados, intensos y delicados
Toca con esa mano sedosa…
La sutileza enmascarada de estas palabras desesperadas.
Y ríe con el repique del viento
Endulza mi aire con un pestañeo coqueto
Turbio es el ambiente con un beso
Debajo del árbol de abeto
Siente la hierba con los ojos cerrados
¡Danza macabra con el sol en brazos…!
Canta a la luna y reza a las estrellas
Que el mar se acerque a por una de ellas…
II
Te veo en el lugar donde todos cubren sus rostros…
Y dejan de ser ellos para ser otros, protegiendo su identidad,
Colgándose de la oportunidad, de por una vez,
No cargar con la responsabilidad.
Mucho no necesitarás buscar…
Alguien como yo fácil es de detectar
¡Que quiero estar para ti en mí por venir!
Deshacerme de lo que te hace infeliz
Escondiéndome detrás de letras, antes asfixiadas
Pausando entre cada línea desbocada
Suspirando a la espera inmaculada…
De llamadas de esperanza desbordada
III
Una figurilla de porcelana desciende al salón
Lleva consigo una carta…
Sello vencido y palabras desesperadas
Boca de rosa y cara de expectación
Gente que viste de gala, sonríe coqueta
Con máscaras y antifaz debajo de una escalera
Conversan, beben, apetito más que voraz
Danzas y cantos en aquella festividad.
Avanza nerviosa por el gentío
A pesar del calor ella necesita abrigo
Se escurre graciosa entre el baile real
Sospechando de el joven con azul antifaz
Él la mira, y avanza a los jardines
No huye cobarde, si no temeroso
De el rechazo sinuoso de la madrugada de otoño
Orquesta y carcajadas de fondo…
IV
Desecho la idea de seguir ocultándome
Y mientras probablemente tú estás ansiosa
Dejo a la luna llena iluminándome
Donde tú, figurilla te paras preciosa
Sigiloso como el zorro en la estepa
Me acerco expectante y decidido
Firme con un pie en el estribillo
De una prosa que se está por cantar
Lazos a través de sonetos
Versos que ahora son palabras de aliento
Soberbio el sol que se va alzando, al fin mostrando
A los cuerpos, que de a poco se van inclinando
Dosis perfecta de melodía
Acompañada de un cuarto de regalías
Manos que se unen presurosas,
Se engancha la porcelana al marfil…
Indaga la lengua de plata entre los labios inolvidables
Tregua anhelante para pulmones suplicantes
Mirada que atrae a dos almas
Purificando su mente al nacer el alba
¡Ella persiste… él insiste…! ¡En arder en el infierno de un beso!
Que calcina los pulmones…
¡Ansias aire a borbotones!
Mientras el cielo… se refleja tras sus ojos dorados…
...Por un instante suena la música de duerme vela
¡Más todo está dicho por el último claro de luna llena!
¡Que roza la piel y se deshace de aquél antifaz…!